Muerte en los andamios.
¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano? (José Saramago)
Todas y todos salimos a diario de nuestras casas, nos encauzamos por sendas de azafrán, sal, miel, vinagre y avena. Mientras avanzamos con pasos certeros, planeamos procederes, actuaciones, biografías, hazañas y relaciones. Pero, no sabemos si hemos de retornar y menos en que condiciones… en calidad de: mutilado o mutilada, de óbito o desaparecida, pues la escala de las violaciones a los derechos humanos, se amplía día con día. Sin lugar a dudas, estamos de frente ante un retroceso en el cumplimiento de los derechos humanos asunto que queda debidamente evidenciado en los actos de barbarie ultrajantes que a diario vivimos. Por eso, no es extraño que al andar en la calle en nuestro carro o a pie, mostremos una actitud potencialmente temerosa, ante las personas que andan cerca de nosotros. El terrorismo, la represión, la censura, la discriminación, la miseria y las transgresiones de los derechos del niño y la niña, nos han convertido en seres de pasos vulnerables por los andamios.
En cierta oportunidad George Orwell, manifestó: " El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas y el asesinato respetable, y para dar una apariencia de consistencia al puro viento." Este nivel de eliminación sistemática de los pueblos y desprecio de los derechos fundamentales de las personas, es realmente preocupante, pues, existen grupos oscuros tipos agujeros negros, para quienes su única y exclusiva relación con los derechos humanos, consiste en que hacen todo lo posible por aniquilarlos.
Desde el 28 de junio de 2009 (día del golpe de estado militar en Honduras) las violaciones a los derechos humanos en Honduras han aumentado de manera extra alarmante. Así como las venas recién cortadas, vemos a diario el color rojo arropando los cuerpos sin vidas de personas que estaban en la mira. Y es triste observar, que en muchos de los casos las noticias de muerte pasan sin que pase a más. Sin embargo, dos fortaleza nos embargan, la primera está sustentada en la corte penal internacional, quienes ya están al tanto de estas ventajas y alevosías con que actúa este régimen usurpador y otros. Y la segunda fortaleza como bien lo dijo el escritor Francés François Mauriac "La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente." Y cuando la vida roba bajo el traje de la amnesia, engaños o dilatorias, tarde o temprano pagará por su doble traición.
En un contexto plural de culturas, religiones, estamos seguros y seguras de que queremos libertad para desarrollar nuestras capacidades; en el campo de la información que debemos saber la verdad y que no queremos mensajes maquillados; que deseamos participar en las decisiones políticas; tener libertad para viajar dentro y fuera del país. No queremos ser torturados, secuestrados, ni ser detenidos de manera arbitraria, ni amenazados o perseguidos por ideas o por religión y menos amanecer ahorcados en un andamio.
Queremos tener derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal. Anhelamos el reconocimiento de nuestra personalidad jurídica. Y Ya basta de injerencias arbitrarias en nuestras vidas privadas, la de nuestras familias, nuestros barrios o colonias, nuestra correspondencia etc.
“Patria es eso, equidad, respeto a todas las opiniones y consuelo al triste.” (José Martí)
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