martes, 20 de septiembre de 2011

Cuatro golpes poéticos certeros. Diana Espinal Meza.




Cuatro golpes poéticos certeros.
Por: Diana Espinal Meza. Tegucigalpa, Honduras. (*)

“Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡yo no sé! (Los Heraldos Negros. César Vallejo.)

Hay poemas que golpean con tal potencia, que te dejan tendido en  el suelo. Y luego, después del atolondramiento se quedan impregnados, resonando en la mente y en el cuerpo. “Son pocos; pero son…Abren zanjas oscuras.”  Y para poder salir de esa oquedad, hay que soltarlo, dejarlo ir, que vuele hasta llegar a otros. Todo aconteció entre el 2 y 6 de septiembre, en el primer encuentro de Escritores en Ciudad Juárez, Chihuahua. México. Coordinado y convocado por los escritores Antonio Flores Schroeder, Yuvia Cháirez y Edgar Rincón Luna; ahí me encontré con cuatro voces “serán tal vez los potros de bábaros Atilas” -no lo sé- la única certeza que tengo, es que no eran Los Heraldos Negros que nos manda la muerte.
Fueron cuatro golpes, provenientes de cuatro poetas con voz templada  y discurso potente. Cuatro dicciones que según Heidegger:  “dejaron que algo, vuelva a hablar” y en ese hablar, en ese departir de ideas me confrontaron, sacudiéndome las estructuras. 
  
Carmen Amato. Nacida en Aguascalientes, México. Vive en Ciudad Juárez desde los cuatro años. Ex coordinadora de siete encuentros de Poetas en Ciudad Juárez. Poema “Una letanía de mujeres”: “yo no podía escribir acerca de ellas. Quién puede reflexionar sobre el dolor cuando el dolor agobia. Yo no quería hablar de ellas su muerte estaba adentro enquistada extendiéndose en el silencio y la impotencia. Yo no quería tocar la llaga miraba de lejos el funeral en que yo también era difunta(…) pronuncié cada uno de los 281 nombres de esa lista cuyo registro otras mujeres levantaron como estandarte en la memoria, más las cruces de esas mujeres muertas sin nombre y sin rostro(…)  sus nombres como estrellas brillan en la noche de la injusticia humana, sus nombres como flores pudren el aire de la justicia escamoteada.(…) Las cruces con sus nombres son malas notas en la conducta del gobierno, son tachas (X) en lo que de humanidad le quede al mundo.(…) ”

Uberto Stábile. Nacido en Valencia, pasó su infancia en Barcelona. Carrera de geografía e Historia con especialidad en Historia del Arte. Poema “Paisa”: “Oye paisa tú compra algo mi reloj, gafa, oro, bueno, bonito, barato…paisa tú compra algo mi. Es que no te enteras, no quiero nada de ti moreno ya todo lo tengo tus bosques, tus minas, tus piedras preciosas, tus negras toda tu piel y sal, los leones enjaulados, los bancos de peces, hasta el color púrpura de África, el cuerno de la abundancia, lo tengo yo. (…) Pero, oye paisa yo amigo tuyo, yo solo busca trabajo en España, solo compra algo mí, yo hambre, yo no casa(…) No negro, tu no amigo mío esta no es tu tierra, yo tengo ahora el tiempo y el fondo monetario internacional y todas, todas las malditas organizaciones no gubernamentales para lavarme la cara y el culo y venderte –como siempre- lo que antes era tuyo.(…) ”

Cecilia Pego. Nacida en la Ciudad de México. Artista gráfica y plástica. Croquetas Darwin: comedia en constante evolución. Terrora y Taboo:  “Terrora hacía muchos experimentos gastronómicos…  -yo sé que tu prefieres cazar tu propia comida, Taboo… -por eso inventé un platillo revolucionario: ¡Las Croquetas Darwin! Con un poco de agua, la croqueta se convierte en una masa viviente… Que evoluciona de pez a mamífero en un minuto… -no quiero pez ni sapo… -¡permitiendo que devores al animal en el estado evolutivo de tu preferencia! – Quiero reptil!

Martín Camps. Nacido en Ciudad Juárez. Vive en California. Profesor asistente de Licenciatura latinoamericana en la Universidad del pacífico en Stockton, California. Poema: Desmantelar el Limbo: “Los burócratas del Vaticano han decidió cerrar el Limbo, (…) imagino la tarea difícil de remover los estantes blancos de puertas de cristal donde almacenaba a los fetos muertos antes del baño bautismal. Quitar los tornillos aguerridos al suelo de mármol limpio de las bancas donde esperaban los adultos un tren siempre demorado. (…) Reubicar a las monjas níveas y ciclópeas que resguardaban el recinto. Quemar los registros numerosos de los infantes que no tenían lugar en el cielo ni en el infierno, y rentar autobuses para transportar las almas y poner el candado a la puerta y el anuncio de “cerrado hasta nuevo aviso”
Cuatro golpes, como bien dijo Ludwig, Wittgenstein “la multivocidad de la palabra poética tiene su auténtica dignidad en que corresponde plenamente a la multivocidad del ser humano.”  
Cuatro golpes que calcinan… Cuatro golpes que ahora desparramo por el suelo, por el aire y me libero de este trance de biombo y hecatombe.

(*) Autora de los poemarios: Del ladrido del sombrero a la escama del sol. (2007) Tras Los Hilos. (2004) Eclipse de Agujas. (2000)


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