Reincidencia, fuego, agua y muerte.
Oración que está sobre la puerta del penal de Comayagua.
Honduras es el país de las “Reincidencias” en todos los sentidos, a lo largo de la historia hemos ido avanzando a paso lento. Pero lo que más resalta en nuestras memorias -sin lugar a dudas- son las caídas tras recaídas, la reivindicación de ideas poco acertadas, la conducción del país en manos de ciegos.
Cuando digo reincidencias, me respaldan por ejemplo la historia de los “Golpes de Estado en Honduras” “las intervenciones norteamericanas” , “los abusos de poder” , “las evidencias entre los desaparecidos de la década de los ochenta y los del día a día” , “La historia de los Femicidios” , “los incendios en los mercados” , “las quebradas que se rebalsan” , “la repetición de las mismas caras en el bipartidismo político” , “los procesos de escándalos económicos llámense arrozaso, el porcelanato, el lapizaso, el visazo, etc.” , “Las desviaciones de las donaciones” , y no faltaba más las reiteradas “quemas de las cárceles” en todos los casos ha sido lo mismo: negligencia, descuido, desinterés, abandono, y hasta dejadez por parte de los gobiernos cojos que hemos tenido. Al final de todo la frase clave de siempre: “llegaremos hasta las últimas consecuencias… los culpables pagarán por sus actos” Han pasado 47 años de mi vida, y hasta hoy no veo resultados óptimos para cada uno de los casos.
Reincidencia, solo para citar un ejemplo -para que no se olvide, como en otros golpes de estado- hasta el día de hoy NO HEMOS VUELTO AL ORDEN CONSTITUCIONAL, después del golpe de estado militar consumado el 28 de junio de 2009, se habló en el pacto de San José de un retorno al orden constitucional, la reconciliación de la sociedad (polarizada) y hasta hoy –nada- Tuvimos elecciones que vinieron a blanquear el golpe, “las más votadas” si pero de fraudulencia. “las más concurridas” pero de fantasmas y ánimas en pena. Ahora todos se aprestan a nuevas elecciones, nuevos partidos, nuevos candidatos, nuevas esperanzas. Todo indica –que veremos otra Honduras- aunque en este momento reine el miedo, el caos y la muerte. Muerte en las calles, muerte en las cárceles, en los campos, en los valles, muerte en los mercados. Eduardo Galeano dice: “La democracia tiene miedo de recordar… y el lenguaje tiene miedo de decir… las armas tienen miedo a la falta de guerra, es el tiempo del miedo… miedo a la violencia del hombre, miedo del hombre a la mujer sin medio… miedo a la policía.”
Justo ahora que estoy por terminar de escribir estas líneas, escucho las noticias por Cholusat sur y Radio globo, desde Honduras, vía Internet. Notifican –de última hora- que se están quemando los mercados capitalinos Colón y las América. Se presentan imágenes en vivo, gritos, llanto, desconcierto, columnas enormes de fuego, gente que va gente que viene, luego comenzarán las hipótesis, saldrán muchos culpables, plantearán nuevas soluciones… al final reinará nuevamente el silencio y el olvido. Ojalá que este nuevo espeluznante escenario cuyo epicentro se da en Tegucigalpa, no venga a opacar el recién ocurrido en Comayagua, no en vano José Luis Coll dijo:
“Tremendo contraste entre el crepitar del fuego en su comienzo y la paz de la ceniza. “ Reincidencia, -si- cuando no es el fuego el culpable, es el agua… pero el hombre, su maldad y sus mentiras… siempre quedan ilesos.
Diana Espinal Meza.
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