A propósito
de Del ladrido del sombrero a la escama
del sol, de Diana Espinal (Honduras, 2007)
Tejedora incansable de realidades verbales, vidente de las relaciones que casi nadie ve, cazadora de absurdos lógicos que contienen tesoros musicales, Diana se recorre a sí misma mediante un osado y valiente descenso a sus dolores y agonías, para luego ir ascendiendo a sus dichas y reivindicaciones de mujer que se basta así misma para crearse y recrearse en sus propias palabras, igual como lo haría una escultora de su propio espíritu, utilizando el material que mejor manejan sus implacables manos: el verso insólito, la relación imprevista, la creación de la realidad en el verbo y por el verbo mismo.
Con estos materiales vueltos
dúctiles en sus manos, Diana funda una poesía que no por pretenderse válida en
sí misma sucumbe a la gratuidad del formalismo vacuo ni a la torre de marfil,
sino que escarba con decidida vocación redentora en las llagas más amargas y en
las epifanías más luminosas que es capaz de sentir una mujer que por este
camino se ha adueñado de sí misma y se ha responsabilizado de su existencia y
de su destino. Y quien, por ello mismo, se ha construido como su propia
persona: libre, sin dependencias ni ataduras, capaz de volar cabalgando en sus
palabras desde sus inciertos inicios hasta sus gloriosos finales.
Ejemplo luminoso del ejercicio
poético como indagación del propio espíritu y como arma de liberación personal,
este libro de Diana Espinal reivindica al mismo tiempo la rotunda validez de la
fuerza de la palabra en sí misma y la utilidad del verso (y del verbo) como
instrumento imprescindible para alcanzar la liberación humana mediante el
aniquilamiento de los propios fantasmas.
Dotada de un sentido envidiable de
la posibilidad estética de las palabras y de la dimensión lírica de lo
concreto, Diana Espinal se funda a sí misma con este libro como una de las
poetas imprescindibles para comprender el drama y la lucha de una mujer en su
camino hacia el develamiento de su propio sentido y la asunción de su propio
destino.
Ciudad de Guatemala, 1 de mayo del
2008.
(*) Dr. En Literatura y Cultura Latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh.
Premio Nacional de Literatura, 2007. Guatemala.
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