jueves, 17 de noviembre de 2011

Escritora Sylvia Teresa Manríquez y Diana Espinal Meza.



"Sin las palabras no habría mundo."
Sylvia Teresa Manríquez.

“La palabra es la casa del ser. En su morada habita el hombre. Los pensantes y los poetas son los vigilantes de esa morada” Martín Heidegger.

Las palabras son mi herramienta, para entender el mundo, a mi mismo, para entender y acercarme a los otros; para entender a Dios o por lo menos acercarme a él.
Es Javier Sicilia: poeta, narrador y ensayista de tradición religiosa, para quien la palabra es herencia, que viene de su padre, también poeta.
Lo que hace la palabra es sacar a las cosas a su existencia activa. Por eso en la Biblia en el principio era la oscuridad. Cuando Dios empieza a nombrar es cuando el mundo se ordena; allí está pero solo la palabra es la que hace que el orden sea. Por eso las palabras son las herramientas de mi oficio y también de mi ser.

Es el Javier que hoy ha renunciado a la poesía, y se ha comprometido con la paz y la justicia, junto a cientos de mexicanos que exigimos freno a las pérdidas de seres queridos, en medio de una guerra arbitraria e injusta.

El Javier de poco antes de que le arrebataran la vida de su hijo, que en entrevista afectuosa declaraba que Somos seres de palabra. Sin la palabra y su base fundamental que es la lengua, no habría mundo humano, no habría ni siquiera mundo.

Un mundo que ya no gozará de la creación poética de este pacifista. El mismo que anunció dolorosamente que el mundo ya no es digno de la palabra. Días antes, en entrevista exclusiva, Sicilia, nos hablaba de esa misma palabra, como punto de encuentro de religión, espiritualidad y mística.

Palabra y espiritualidad van juntas, Soy católico y la fe está en la encarnación. El misterio de esa encarnación es la palabra, el verbo que se hace carne. La palabra es la casa del ser, diría Heidegger, y en ese sentido palabra y espiritualidad van juntas. Santo Tomás decía: Nada de lo que sabemos existe en sí, existe porque pasa a través de nuestra carne y nuestra palabra. Lo que no tiene nombre no existe. Sólo existe lo que nombramos. Sólo lo que nombramos es lo que tiene presencia, cuerpo, relacionalidad, vínculo. A través de nuestros vínculos aquí nos relacionamos con nuestros vínculos allá, con el Dios.

¿Hay alguna diferencia entre religión y espiritualidad?
No debería, religión viene de religare-unir y la espiritualidad es el principio de la unión. En otras ocasiones he hablado de la ‘conspiratio’, este beso en los labios de la primera liturgia cristiana donde se hace la comunión, el ‘religare’. La verdad es que la religión está teñida de interpretación del misterio espiritual, y la religión es ideológica, por eso es parcial, excluyente; niega a veces la presencia de lo espiritual de Dios. Dios no es excluyente, Dios es la comunión el ‘religare’, el fundamento de esto es el amor. En la tradición griega, Platón decía “Cuidado con la palabra porque la palabra mal empleada hace mal a las almas”.

SYLVIA TERESA MANRÍQUEZ.
ESCRITORA Y PERIODISTA.
CO-PRODUCTORA DEL PROGRAMA "LETRAS POR SONORA." EN LA ESTACIÓN RADIO SONORA.
!EXCELENTE AMIGA.!

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